Coaching: la práctica que pone en peligro el crecimiento personal.
- Jessica Barragán
- 29 mar 2019
- 4 Min. de lectura

En los últimos tiempos el coaching y los entrenadores de vida se han popularizado, esto debido a su fuerte presencia en medios de comunicación, como la televisión y en redes sociales, ofreciendo tratamientos prácticos, rápidos y con menos esfuerzo de lo que un psicólogo puede ofrecerte. Pero ¿qué tanto funciona realmente?, eso es de lo que quiero hablarte en esta entrada. Dejo claro desde el principio que no cuento con imparcialidad en este tema, pues como Licenciada en Psicología realmente me preocupan estas prácticas carentes de fundamento científico, no solo porque pone en ridículo una ciencia seria, al ser totalmente ecléctica, sino porque crea falsas esperanzas en las personas y les da una simulación de bienestar que dura unas cuantas semanas, en lugar de llevarlos a un tratamiento real, donde podrán atender sus problemas, como lo hace la psicología. A continuación les comento las razones por las cuales dudar del coaching para los tratamientos de problemas mentales y de la vida cotidiana:
Un coach no necesita ser psicólogo: Puede haber estudiado cualquier licenciatura o ingeniería, tomar un curso de algunos meses hasta en línea y con eso llamarse Coach. Cuando se trata de la salud física muchas personas no aceptan ser tratados por practicantes, aun cuando pertenecen a la carrera en cuestión, llama la atención que en cuanto a la salud mental seamos tan descuidados como para darle nuestro tiempo, dinero y confianza a cualquiera. Y no solo eso, afirmar que es solo un método nuevo, cuando no lo es, pues carece de fundamento y sustento científico. Por último, si son personas tan interesadas en los procesos psicológicos, ¿Por qué no estudiar 5 años la ciencia especializada?
El coaching es ecléctico: Como ya mencionaba antes, este es uno de los puntos que hace más preocupante dicha práctica. El eclecticismo ya ha hecho mucho daño a la psicología como disciplina científica y en el coaching esta característica es vista como virtud. Esto es que tiene diversidad en su práctica, toma un montón de teoría y técnica, y cambian el marco teórico a su conveniencia y dependiendo de la problemática. ¿Qué pensarías si vas con un oncólogo que, a demás de las radiaciones también te da homeopatía, hace la danza de la lluvia y te sugiere prender velas de color rojo para equilibrar la energía? De nuevo, la salud mental es tan importante como la física, por eso debemos tratarla con la misma seriedad. La psicología lleva muchos años investigando, haciendo experimentos y reuniendo evidencia empírica para explicar cualquier tipo de problema.
El coaching es para problemas de la vida cotidiana no para problemas “serios”: solo la persona que está pasando por una crisis o conflicto conoce que tan importante es para ella el problema. Los profesionales de la salud no podemos tomar con menos seriedad un problema de pareja o familiar, que un trastorno obsesivo compulsivo o de depresión. Todos los problemas psicológicos merecen ser tratados con profesionalismo y respeto, por eso es ridículo crear una categoría profesional para problemas “triviales”.
El coaching se defiende como un tratamiento práctico y afirma que la psicología es un proceso largo y de introspección: Quizás quien defiende esta clase de posturas no conoce el tratamiento cognitivo conductual, en el cual, el paciente tiene un papel clave en conjunto con el terapeuta en el diseño de la intervención, se trabaja con base en objetivos y técnicas concretas. Por lo que no solo es práctico, también tiene respaldo científico y estudios que demuestran su eficacia en el tratamiento y que los cambios de mantienen a través del tiempo. No como en el coaching que la modificación de conductas y actitudes es momentánea.
Los cursos de coaching son altamente costosos: En este punto quiero aclarar que puede haber algunos que no sean tan caros, pero los cursos más populares cuestan hasta diez mil pesos o te obligan a recabar dinero para ellos como misión de crecimiento. Por lo tanto, lamento romper tu corazón, pero esa persona que ves con alta vocación de servicio a los demás, es un estafador. Y podrás decirme, que es un solo pago al coach, que a la larga un tratamiento terapéutico podría resultar más costoso, y tienes razón, pero si eso que te vende, solo te sirve de manera momentánea, ¿no te sentirías engañado? Por eso, te invito a que ya sea entrenador de vida o psicólogo, investigues lo que te ofrece, seas consciente de que es lo que estas pagando, revises la evidencia sobre la eficacia en los tratamientos y no solo te dejes llevar por su popularidad.
El coaching nace de un fracaso de la psicología: lastimosamente es una realidad, su existencia y éxito en parte es culpa de nosotros los psicólogos, al banalizar nuestro trabajo, al separar criterios metodológicos, hemos dado la pauta para que cualquiera se vea con la capacidad de tratar problemas psicológicos. Por lo tanto lo único que queda por hacer es participar en la divulgación y ejemplificación de lo que realmente es ejercer esta hermosa profesión
Para finalizar, los invito a reflexionar, como mencionaba algunos puntos atrás, es necesario que le demos la misma importancia a la salud mental cómo se la damos a la física, que nos permitamos romper con los mitos que tenemos sobre los psicólogos y nos acerquemos a profesionales de calidad, que cuentan con la preparación y experiencia para manejar procesos psicológicos. He escuchado la afirmación de “yo puedo solo con mis problemas”, quizás aceptar que necesitamos ayuda es lo más difícil, y no es precisamente porque seamos débiles o incapaces, sino porque la psicología surge precisamente para eso, para brindarte las herramientas necesarias que te permitan atender tus procesos. No inviertas tu tiempo y dinero en cualquiera. Acude con un profesional.
Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-06-08/por-que-debemos-desconfiar-del-coaching-como-forma-de-terapia_870815/
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